sábado, 17 de octubre de 2015

1. "La Educación Prohibida"





Este documental argentino, altamente valorado por la crítica, nos muestra algunas de las caras de la educación a través de opiniones de profesionales de la educación, como son profesores, maestros, pedagogos… de distintos ámbitos y países. Se plantean muchas cuestiones que vienen dando que hablar desde que la educación se desarrollara como concepto, aunque es cierto que sigue sin definirse plenamente. Nos movemos en lo que se supone son modelos educativos, pero parece imposible que exista un consenso entre lo que es la educación y lo que debería ser. Voy a proponer algunas cuestiones ya planteadas, muchas de las cuales yo misma me pregunto, al mismo tiempo que daré mi opinión al respecto.


 La educación viene marcada por las distintas sociedades, pero son estas las que irrumpen en los modelos educativos adaptándolos así a sus propias necesidades. Siempre se ha planteado como un mecanismo manipulado por motivaciones políticas o de fé, y parece que aún ahora no se nos ofrece la posibilidad de crearlo de una forma más libre, en la que la opinión del ciudadano se valore de verdad. ¿Tiene todo el mundo acceso a ella?, ¿es algo completamente manipulado?, ¿quiénes deciden qué se imparte y cuáles son sus razones?. Algunas opiniones avalan que la educación empezó con el significado de optimizar, sacando el mayor beneficio que siempre era económico, por eso me planteo… ¿somos tratados como personas o como meros instrumentos?, ¿se tienen en cuenta nuestras necesidades particulares y no sólo las de grupo?.





¿QUÉ ES UNA BUENA EDUCACIÓN?

Somos personas y necesitamos conocernos y conocer nuestro alrededor para así formarnos como seres humanos, pero este proceso empieza desde la infancia, y en este nivel así como en la adolescencia somos bastante influenciables. Por eso la educación debe empezar por impartir valores, pero que sean reales y que quienes los motivan o proponen no sólo traten de hacer que parezca bonito, quiero decir, que se nos ayude a sentir y a amar desde que somos pequeños pero de verdad. Nuestras capacidades y deseos tienen que ser entrenados y desarrollarse de una manera natural mientras seguimos aprendiendo a comunicarnos con los demás, siempre conociendo nuestro mundo cada vez más, sin dejar de conocer y aprender. Cuando una persona aprende, debe aprender de verdad y no olvidar aquello que ha conocido por primera vez para poder enfrentarse a todo lo que le venga, y para descubrirlo por sí mismo. Hay que jugar, saltar, caerse y equivocarse. Al menos así lo veo yo. LA EDUCACIÓN ES MADURAR, no lo olvidemos. El profesor en la escuela nos puede motivar,  nuestros padres también pueden hacerlo en casa, pero somos nosotros los que debemos corregir nuestros fallos.

La educación, por tanto, no debe basarse sólo en contenidos curriculares, sino también en valores, creatividad, ingenio y el propio sentido humano de aquel que está aprendiendo. Podemos formarnos pero no porque se nos obligue a ello, cumpliendo unos objetivos por los que no se nos premia y a veces se nos infravalora. Debemos formarnos pero de una manera particular, conociéndonos por dentro de forma que dentro de un grupo seamos totalmente distintos, sin que sea nada negativo. Poseemos distintas inteligencias que nos hacen ser únicos: hiperactivos, sociables, graciosos, tímidos, amables... 

Opino que no se nos debe impedir elegir más de un campo en el que nos sintamos bien, es decir, podemos aplicarnos en ciencias pero la parte artística no tiene que significar algo incompatible, sino más bien un punto a favor en nuestro proceso de desarrollo. De esta manera, a medida que vayamos creciendo podremos decidir sobre qué nos gustaría estudiar, cuál sería la mejor manera de vivir como personas adultas. La vida es elegir, pero esa forma de elegir es la que nos permite avanzar y ser libres, y debe ser aplicado ya desde edades tempranas. Es el niño el qué decide qué aprender, o al menos así debería ser, y no por ello deberíamos ser etiquetados. 

Por supuesto, vamos a formar parte de un sistema ordenado, en el que hay que seguir normas, siendo la disciplina un factor importante, que con cautela, puede aplicarse de una manera positiva. Aprendemos a respetarnos y a pensar en los demás, poniéndonos en el lugar de otros, haciendo amigos, pero también entendiendo a aquellos que nos quedan ajenos. Entonces ya no sólo seremos alumnos, sino ciudadanos. Personas capaces de trabajar en grupo y de utilizar el don de la palabra para dialogar y resolver conflictos. 

Muchos son los modelos que se proponen, pues la educación depende de las personas y de cómo la tienen en consideración. Una misma realidad se puede apreciar desde varias perspectivas, y son estas las que el niño, joven o adulto tiene que llegar a descubrir desde una parte propia interna y otra compartida externa. La tarea docente también consiste en escuchar al alumno, y en aprender a cambiar y a adaptarse a los nuevos tiempos. Nuestros padres deben también intentar entendernos y no sólo cuidarnos cuando somos bebés, sino a lo largo de nuestras vidas. Tanto profesores como padres son indispensables en nuestro proceso de aprendizaje, nos ayudan y guían y nosotros podemos colaborar con ellos para lograr nuestro propio desarrollo. Pero nunca pueden olvidar que hemos sido y seremos niños, niños que necesitamos de la educación, y que la necesitamos para poder volar solos. 

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