domingo, 25 de octubre de 2015

6. Tutores en la escuela. La importancia de un buen tutor

Voy a contar mi experiencia en cuanto a aquellos tutores importantes en mi vida, durante mi proceso de aprendizaje. Es verdad que la mayoría de mis profesores han dejado huella en mí de una manera muy positiva, pero los ha habido mucho más especiales. Durante la educación infantil y la primaria han sido especialmente importantes, pero en las siguientes etapas, ya más complicadas y en las que yo tomaba más conciencia, descubrí varios profesores que me ayudaron en etapas duras, tanto por circunstancias familiares como para orientarme de cara a los estudios que escoger y que me ayudarían a elegir mi futuro. He de decir que muchos de ellos no fueron tutores como tales, y que incluso estos hicieron mucho más por mí que los que habían sido designados tutores.

Por ejemplo, en primero de la ESO me cambiaron de grupo sin indicar ninguna justificación. Mis padres se quejaron porque yo no quería separarme de mis amigos y compañeros, así que cuando volví a mi clase, la profesora me estaba esperando de una manera que me sentí como volviendo a casa; recuerdo que me recibió con mucho cariño y nunca se me olvidará. Después descubrí en ella una excelente tutora y protectora que me motivaba en sus clases de lengua e  inglés y que hizo que amara la lengua hasta el punto de convertirme en filóloga inglesa. Cierto es que yo ya soñaba con lograrlo, pero ella logró animarme aún más.


Durante mi etapa en la secundaria encontré otros profesores que también como tutores se preocupaban por hablar con mis padres cuando mis notas bajaban - yo era pésima en matemáticas- pero que también me felicitaban por mis éxitos y mi manera de ser. Es verdad que decían de mí que hablaba mucho y no lo niego, pero destacaban mi actitud extrovertida y de compañerismo. Algunos me "castigaban" medianamente por hablar o reírme cuando había que escuchar, pero nunca me sentí mal por ello y ellos mismos no me hacían sentir mal. No tengo un recuerdo negativo. Cuando hablaba con ellos reconocían mi madurez y no le daban más importancia a mis trastadas.

Lo que yo considero un buen tutor es alguien que ante todo sea persona, profesor sí, pero sobre todo persona que sepa ponerse en nuestro lugar, que nos conozca, que pueda ayudarnos cuando lo pasamos mal tanto dentro como fuera del colegio. Cuando he llegado a la universidad también he podido apreciar la labor de algunos profesores que te animan y reconfortan cuando lo necesitas. Espero que cuando llegue el día en que esta tarea me toque a mí pueda ser una buena amiga para mis alumnos, ofrecerles mi apoyo y una mano en la que puedan confiar. 





2 comentarios:

  1. Hola Martiii! me encanta esta entrada! La foto y gif son geniales y lo que escribes también! Menos mal que pudiste cambiarte de clase sin problemas la verdad... Ya sabes que a nosotras nos encanta parlotear, ¡cuántas veces se lo habrán dicho a mi madre también! jaj Sigue asi! me gusta mucho tu blog de verdad!:)

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    1. me alegro mucho Vanessa! muchísimas gracias :) :)
      Recomiendo tu blog altamente jajajaj

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